¿Por qué es esencial la marca para que las empresas prosperen? No es tan conspicuo como uno podría pensar. Una buena marca no es sólo tener un logotipo, un eslogan o un jingle memorable, sino que se trata de las emociones subyacentes que alguien siente cuando interactúa con su producto o servicio. Debido a esto, el branding puede ser considerado más importante que el nombre de una compañía, o incluso la calidad de un producto.
Piensa en Apple, y tan pronto como escribamos esto tu mente puede saltar a palabras como innovador, alta calidad y hermoso. ¿Pero es Apple realmente mucho mejor que sus competidores? El 75% del mundo utiliza la tecnología Android en sus Smartphones. Los productos de Samsung son posiblemente equivalentes y en muchos sentidos mejores que los de Apple. Los últimos anuncios de televisión parecen señalar que hay poca o ninguna diferencia entre la pantalla de la retina de un iPad y la del Kindle Fire. Entonces, ¿por qué Apple puede cobrar dos o tres veces el precio de sus competidores y aún así tener clientes haciendo fila para comprar sus productos días antes de llegar a las tiendas.
¿Cómo puede tener éxito un anuncio que protagoniza un ciudadano de edad avanzada en el corazón de una campaña, dirigida a tipos que beben cerveza entre los 20 y los 30 años? Simple; marcando al hombre como un símbolo de aventura y éxito, manteniendo una actitud un poco extravagante con respecto a la seriedad de la naturaleza de la marca.
La respuesta es la marca, señala Leovel. La respuesta es que la gente se conecta a Apple más allá del producto físico y en cambio se conecta a nivel emocional. La marca representa algo que la gente quiere ver en ellos mismos y por lo tanto abrazan el producto como un medio para establecer una parte de quiénes son y cómo quieren que otras personas los vean. Cuando se crea una marca, no se trata del logo, no se trata de los colores, ni siquiera del producto, sino de lo que todo esto representa para el público objetivo. Se trata de lo que la gente obtiene al usar su producto o servicio y cómo se sienten comprometidos con su negocio.
Al final, es importante recordar que una marca nunca se trata de lo que es el producto, sino más bien de por qué el producto existe en primer lugar.