Índice de contenidos
Cuando se enfrenta al diseño de una nueva casa o a la redecoración de un espacio existente, mucha gente considera que contratar a un diseñador de interiores es un lujo, no una necesidad. Sin embargo, hay muchas razones por las que contratar a un diseñador profesional no debería considerarse una extravagancia, sino una inversión inteligente que permite ahorrar dinero.
Dejando a un lado el aspecto económico, un diseñador de interiores, teniendo en cuenta sus deseos y necesidades, le ayudará a conseguir un hogar en el que le encantará vivir y entretenerse. No sólo tendrá una gran estética, sino un interior acogedor con todas las comodidades y detalles que no sabía que necesitaba o que eran posibles.
¿Aún no está convencido de que necesita contratar a un diseñador de interiores? Encontrará un sinfín de razones y ventajas por las que necesita un diseñador de interiores para crear los espacios acogedores y bien decorados que se merece.
Consiga el aspecto que desea a la primera
Cuando se contrata a un profesional, el proceso de diseño en colaboración crea un entorno que refleja el estilo de cada cliente. Muchos propietarios de viviendas que abordan proyectos de diseño «hágalo usted mismo» no consiguen los resultados que esperaban. Un diseñador de interiores con años de formación y experiencia puede ayudarle a conseguir el aspecto que ha soñado. Si contrata los servicios de un diseñador, acertará a la primera.
Trabajar con el mobiliario existente
Un diseñador puede acceder a su habitación y proponer piezas que encajen con muchos de los artículos que ya tiene. ¿Tiene algunas piezas de herencia y objetos encontrados favoritos? No hay problema, un diseñador de interiores inventivo puede crear toda una habitación en torno a ellos para convertirlos en un punto focal. Los diseñadores de interiores se enfrentan a menudo a clientes que han vivido durante décadas y han coleccionado muchos objetos que desean conservar, pero que simplemente quieren renovar el aspecto y la sensación de una habitación o necesitan nuevos muebles porque las piezas existentes han envejecido o han pasado de moda.
Por supuesto, también le harán saber si algo que ya tiene no le conviene conservarlo, ya sea porque no está en consonancia con el estilo que quiere lograr, o porque inhibe la funcionalidad de su espacio.
Evitar errores peligrosos
Si no se tiene experiencia, se pueden cometer muchos errores, y algunos incluso pueden llevar a situaciones de peligro en la vivienda. Por ejemplo, instalar un azulejo de mármol muy pulido en su baño crea una superficie tan resbaladiza cuando se moja que puede producirse una terrible caída. A veces no tenemos la experiencia necesaria para comprender el resultado de algunas de nuestras elecciones iniciales. Puede tener un aspecto fabuloso pero ser peligroso. Un diseñador profesional podría haber ofrecido soluciones creativas para obtener ese aspecto tan pulido sin el peligro.
Evitar errores costosos
A menudo, nos encontramos con nuevos clientes a los que todo el contenido de su casa les hace infelices. Por ejemplo, pueden haber comprado muebles para el salón que no son los que querían o necesitaban para adaptarse a su espacio y usos. Entonces, compran accesorios decorativos para disimular la estética o proporcionar la comodidad que el salón no ofrece. Cuando no funciona del todo, es posible que compren una obra de arte u otros muebles con la esperanza de hacer que la habitación funcione sin éxito.
No están satisfechos con el resultado y se arrepienten de haber invertido tanto en un mobiliario que no se ajusta a su estilo. No quieren gastar más dinero, así que tienen que vivir en una casa que no les hace felices o gastar aún más para conseguir el aspecto que intentaban conseguir en primer lugar. La contratación de un diseñador podría haber evitado esta desafortunada situación.
Accede a las últimas tendencias y tecnologías
Los diseñadores se encargan de estar al tanto de las últimas tendencias y tecnologías. La tecnología del hogar inteligente, las tendencias en cocinas y baños de alta gama, y el diseño sostenible son sólo algunas de las muchas tendencias en el radar de los diseñadores en este momento. Hay avances intensos y sencillos que pueden marcar una gran diferencia en el día a día de las personas. Un profesional sabría de estas cosas, pero a menudo la persona promedio no.
Obtener bienes y servicios exclusivos
Los diseñadores de interiores tienen toneladas de recursos y bibliotecas de bienes a los que tienen acceso que el cliente minorista a menudo no tiene. Desde las telas más finas hasta los artículos de alta gama a precios a veces rebajados, los diseñadores saben dónde encontrar los mejores productos a los precios más rentables. Han desarrollado amplias redes para cada fase y habitación de un proyecto y elegirán aquellos que sean duraderos y eficaces. Contratar a un diseñador le dará superpoderes de información privilegiada a la hora de amueblar su casa.
Tenga una experiencia agradable y sin estrés
Intentar realizar un proyecto de diseño por cuenta propia puede llevar mucho tiempo y ser estresante. No sólo requiere mucho tiempo y esfuerzo, sino que también puede causar conflictos con los miembros de la familia que tienen diferentes estilos o ideas de cómo deben funcionar las cosas.
Contratar a un diseñador profesional le permite seguir viviendo su vida mientras consigue un diseño que le guste. Los diseñadores también están preparados para resolver los conflictos entre los miembros de la familia y encontrar soluciones que hagan felices a todos.
Un diseñador actúa como gestor de proyectos, encargándose de los detalles cotidianos de la construcción o el rediseño de una casa nueva para que usted pueda relajarse y disfrutar de los frutos de su trabajo. Desde la coordinación de la instalación de baldosas hasta la compra de papel pintado, un diseñador de interiores se convierte en su socio para gestionar todas las tareas que, de otro modo, tendría que realizar por su cuenta.