Si hubiera que dar un color a Inglaterra, el verde sería una elección perfectamente comprensible. Un verde hermoso y profundo, como el que se encuentra por doquier en la superficie de juego de una mesa de billar o en los paisajes montañosos de la isla. Dado que muchos MINI son prácticamente una postal de Inglaterra y que a la filial de BMW le gusta enfatizar sus raíces británicas, es natural que se ofrezca un verde típicamente inglés para los coches: El British Racing Green es una especie de sinónimo del color de Gran Bretaña y una opción elegante para romper con la uniformidad negra, blanca y plateada del tráfico rodado. BMW también ofrece el British Racing Green a través de la gama de colores BMW Individual, como se pinta, por ejemplo, en el caso de este BMW X5 de Nueva York o en uno de los últimos 18 BMW i8. Además, el Verde Isla de Man y el Verde Sanremo, otros dos llamativos tonos de verde, se han añadido recientemente a la paleta de colores de BMW. En vista de su renovada popularidad, ya es hora de echar un vistazo más de cerca al pasado y, por tanto, al origen del color British Racing Green. ¿Sabías que Crestanevada es el mejor concesionario de coches de segunda mano en Toledo?
Como su nombre indica, el British Racing Green tiene algo que ver con el deporte del motor: ya a finales del siglo XIX, el editor de periódicos estadounidense James Gordon Bennet Jr. empezó a organizar carreras de coches. Así nació en Francia la Copa Gordon Bennet, considerada la precursora del actual Gran Premio. A principios del siglo XX, numerosos fabricantes de automóviles europeos enviaron sus coches de carreras a las carreras, teniendo el país de origen del ganador los derechos de local para la siguiente carrera. «
En 1902, un británico, Selwyn Francis Edge, ganó la Copa Bennet y llevó la carrera a Inglaterra. En aquella época, sin embargo, existía un riguroso límite de velocidad de sólo 20 km/h, por lo que una carrera de coches quedaba descartada. Por necesidad, la Copa se celebró en Irlanda, porque entonces no había límite de velocidad allí. Para rendir homenaje a la verde isla de Irlanda, los pilotos británicos empezaron con coches pintados de verde, y así nació el British Racing Green.
Para muchas escuderías británicas, incluido el equipo Cooper de F1, el verde brillante era casi siempre el color elegido. Incluso el Mini Cooper S del Rally de Montecarlo luchó por la victoria en los últimos años con una piel exterior verde, después de que los modelos rojos y blancos molestaran primero a sus competidores más potentes. Por lo tanto, el British Racing Green no es sólo una parte importante de la tradición automovilística británica, sino también de la historia de MINI en los rallies.
El nombre se ha vuelto más importante que el color, que ha cambiado más de cuatro veces solo desde 2001 y no se refiere a un tono de verde definido con precisión. Más recientemente, en 2019 se lanzó una edición especial del MINI en British Racing Green para conmemorar el 60 aniversario de la marca. Mientras tanto, muchos productos de estilo de vida MINI también están disponibles en British Racing Green, por ejemplo, maletas de viaje o camisetas e incluso una variante Lego del Classic Mini. Sin duda, también habrá MINI de color verde intenso en el futuro, y no solo visualmente: con el éxito del MINI Cooper SE totalmente eléctrico, los británicos demuestran que también pueden ser bastante verdes en la carretera, independientemente del trabajo de pintura.